Sociópatas en la Calle

Conductor agresivo | Foto: Agencias
Conductor agresivo | Foto: Agencias

¿Sabías que en la calle junto a ti frecuentemente tienes a sociópatas? Seguramente has intuido que no son normales, y estás en lo correcto. Ellos sufren de un trastorno psiquiátrico peligroso… tan peligroso que te pueden matar en la calle con la misma actitud que tu matas a una mosca, e incluso con más indiferencia.

Ya… pero ¿qué es la Sociopatía? Es un tipo de Trastorno Antisocial de Personalidad en el que el enfermo tiene un egoísmo tan grande (Narcisismo) combinado con Perversión (o sea, realmente es malo por dentro) que le hacen creer un irracional cuento de ser superior a las demás personas y de extremadamente ser más capaz de hacerles daño. En el fondo es un ser con muy baja autoestima y un odio tremendo contra nosotros… y muy cobarde.

Deshumaniza a la gente (en su cabeza somos como objetos y no personas). No siente culpa ni remordimiento, excepto si debe pagar con sus recursos las consecuencias de sus actos. Es por ello que, por ejemplo, bajo la mirada de policías, de cámaras, o de gente que lo puede someter cuida su comportamiento y esconde su verdadera naturaleza.

En concreto y en la calle los podemos identificar claramente como aquellos conductores que no respetan las luces rojas; nunca señalizan antes de virar; se cambian de pista indiferentes si ven que viene otro vehículo obligándolo a frenar de emergencia; hablan por teléfono celular conscientes que someten a peligro al resto; pasan casi rozando a los peatones que cruzan la calle; tiran el vehículo encima de otro de menor tamaño para apurarlo o para provocar que cambie de pista; conducen a exceso de velocidad indiferentes del riesgo mortal para sí mismos y para los demás; hacen voluntariamente maniobras indebidas para demostrar que son superiores… en el fondo constantemente buscan la oportunidad de compensar su profundo complejo de inferioridad y desquitar su propia frustración odiando al resto.

¿Has tenido ese tipo de experiencias? Claro que sí. Lamentablemente las ciudades grandes están saturadas de estos conductores enfermos, y aquí la mala noticia: Como se creen superiores, nunca irán a atenderse con un psiquiatra o con un psicólogo… los miran en menos igual que al resto de la gente, igual que a ti, igual que a mí… y que al Papa.

La única solución que pienso es presionar al Gobierno de turno para que incorpore una Ley que obligue a todo conductor a pasar por una prueba mental que determine si es o no es una persona que sufre de estos trastornos peligrosos, y darle la opción de atenderse gratuitamente si es rechazado.

FUERA DE LA CALLE
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Texto: Danilo Schulz

Página: Motos y Psicología

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